El dentista

Mi esposa fue a consulta para su chequeo rutinario con el dentista.
El doctor de siempre ya no estaba, en su remplazo se encontraba un joven dentista atractivo y muy amistoso, desde la primera vez que lo vimos se desarrollo una simpática amistad.

Ese día Julieta pregunto por un blanqueamiento dental, y dijo que regresaría para ello, llegando a casa me comento que le gusto el nuevo dentista, y que a su próxima consulta llevaría un escote especial, yo le dije q la acompañaría pero saldría de ratos para dejarlos solos.

Llego el día de la consulta y así sucedió, un escote descomunal hacia evidente las intenciones de Julieta, llevaba un abrigo encima de modo que no se veía el escote hasta que en el consultorio se lo quito, el doctor quedo evidentemente impresionado, cuando ella en acostó en la camilla, sus tetas casi se salían de la ropa, el doctor estaba vuelto loco, entre excitado, confundido y avergonzado.

Con algo de trabajo me iba conversando mientras realizaba su trabajo, conociendo la respuesta le pregunte si podía fumar, me dijo que allí no, así que les dije que volvía en un rato y los deje a solas.

Cuando regrese el doctor le estaba conversando a mi esposa acerca del tiempo en que vivió en Brasil, yo le hice algunas preguntas y algunos chistes, le pregunte si era casado y dijo que si, me contó que vivía hacia poco en este país y que su esposa era algo renuente a salir a conocer la ciudad, y por ese motivo el no conocía casi nada aquí.

Le dije que cuando quisiera los invitábamos a tomar unos tragos, me dijo que le encantaría  aunque seguro que su esposa no iría, le dije que no importaba, que los 3 la podríamos pasar muy bien.

Unos días después me llamo al numero que le di, me dijo que estaría libre el viernes por la noche para ir a tomar algo, quedamos en pasar por el consultorio a las 8pm, Julieta estaba hermosa, y se le veía en los ojos las ganas de comérselo.

Fuimos a un bar Irlandés  ordenamos unos tragos y conversamos, ya salia de rato en rato y los dejaba solos, cada vez que regresaba el me miraba como preguntándome .. ¿estas haciendo lo que creo que estas haciendo? yo con una sonrisa cómplice le decía... si, adelante.

Julieta fue un momento al baño y cuando regreso, antes de sentarse, acerco su silla hacia el, el me miro, yo sonreí y creo que en ese momento el entendió a lo que estábamos jugando...sin embargo la noche paso entre miradas descaradas de ambos, pero no se animaron a nada, decidimos que ya era hora de retirarnos, así que baje al primer nivel a pagar la cuenta.

Por una rendija del techo de madera pude ver como ella le tomaba la mano, el la tomo del cuello, la jalo hacia el y se besaron, yo me reí... pague la cuenta y subí.

Cuando llegue a ellos, el estaba rojo, ella sonreía  nos despedimos y cada quien se fue a su casa... pero esta historia con el dentista no termina aquí.

Despedida de Oswaldo

Oswaldo llamo por teléfono y el corazón de Julieta dio un brinco, el la quería ver, quería hacerla suya una vez mas, pero esta vez seria diferente, ya que seria la ultima vez.
Le explico que tendría que alejarse por un tiempo indefinido, ella entendió  y obediente comenzó a alistarse para ese encuentro especial.

Escogió una minifalda al vuelo, un blusa gris de escote suelto y largo, dejaba ver la unión de sus tetas... me pidió que le depile la vagina (como a el le gusta) y también el ano, se puso crema en todo el cuerpo, estaba linda... y radiante, con ganas locas de tenerlo en frente... de tenerlo dentro.

Llegamos a casa de Oswaldo, pasamos a su terraza, a ambos les gustaba la terraza mas que el dormitorio, ella le decía que prefería estar allí  porque recordaba la primera vez que fue suya sobre un sillón  así que el acepto y comenzamos a conversar y tomar.

Julieta: Oswaldo, ya que esta es nuestra despedida quiero que sepas, que para mi eres el mejor, que desde que te conocí no dejo de pensar en ti, y que te quiero.
Oswaldo: (dirigiéndose a mi) ¿Tu que opinas? ¿Te incomoda esto?
Yo: No claro que no, entiendo lo que ella siente, y me agrada que lo disfrute a ese nivel.
Oswaldo: Bueno si me quieres tendrás que demostrarlo... a ver modela para mi.

Julieta se levanto con una gran sonrisa y modelo... el tiro una moneda al suelto y le dijo... recógela dándome la espalda y sin doblar las piernas... ella obedeció  y en la maniobra dejo expuesto el culo, con solo el hilo que llevaba debajo.

Oswaldo: Ven Julieta, siéntate en mis piernas.

La cargo en su regazo y siguió conversando conmigo... ¿En serio no te incomoda?
Yo: No claro que no, adelante.

Julieta le comenzó a comer la boca, lo besaba y lo acariciaba por todos lados. se monto en una de sus piernas frente a el y comenzó a frotar su chucha contra la pierna de Oswaldo, podía oírla gemir... el le levanto la minifalda y le agarraba el culo con dureza, le marcaba los dedos en las nalgas.. ella le abrió la camisa y le lamia el pecho... mientras ella lo atendía con esmero, el tomo su vaso de cuba libre y le dio un sorbo.

Julieta sabia que a Oswaldo le gustaban sus tetas, por eso se abrió el escote y se las mostró  el comenzó a lamerlas... ella se arrodillo entre las piernas de el y le desabrocho el pantalón  busco con desesperación su rollo de carne caliente y se lo metió en la boca sin perdida de tiempo, chupaba y succionaba como una ternerita hambrienta, hacia que toda la longitud de la verga de Oswaldo desapareciera en su boca... y desde abajo... con la boca llena de carne, levantaba sus ojos y lo miraba.

Oswaldo le quito la blusa, la minifalda, el brasier y la tanga... de un momento a otro la tenia desnuda frente a el... ella volvió a la posición de su primera vez con Oswaldo, lo cabalgo... se movía como poseída por el placer... pero mientras la verga de Oswaldo entraba y salia de ella, sus bocas no se separaban... ella comenzó a gemir un poco mas alto... arqueo la espalda.. tembló... apretó las piernas... y se vino.

Oswaldo pidió permiso para ir al baño un momento, Julieta comenzó a vestirse nuevamente... el regreso y volvimos a conversar, ellos me decían lo que habían sentido... Oswaldo le decía a Julieta que le excitaba que ella le diga al oído "así, así" jaja todos reímos.

Con algo de música en el ambiente ellos se animaron a bailar, el baile perdió importancia cuando comenzaron a tocarse nuevamente... Oswaldo volvió a tumbarse en el sillón  y Julieta se lanzo sobre el con las piernas abiertas... se encajo la verga de Oswaldo lo mas profundo que pudo y le bailo... le bailo con la verga dentro.

De pronto el ritmo del movimiento bajo un poco, y note que Julieta le decía algo al oído .. el se reía y le decía que no, ella le estaba rogando, y el le decía que no con la cabeza... de pronto el le dijo algo al oído y ella se separo de el y se dirigió hacia mi...

Se acerco y con algo de vergüenza me dijo, "quiero que Oswaldo sea el primero en hacerme sexo anal", yo me quede sorprendido, yo lo venia pidiendo años y no me lo había dado...

Yo le dije, bueno pues pídeselo  y ella me dice... ya se lo pedí  pero no quiere, quiero que tu se lo pidas por mi... por favor pídeselo,

Oswaldo, no te hagas de rogar hombre, ella a guardado esa parte de su cuerpo hasta hoy, y ahora te lo quiere dar a ti, el me respondió  lo haré si ella se compromete delante tuyo, a no darle el culo a nadie mas en toda su vida... yo me quede helado... pensaba que podría usarlo después de el, ella dijo... si acepto, quiero dártelo solo a ti.

Ella corrió a sus brazos desnuda, el la beso, le agarro las tetas y el culo, y violentamente la giro para que ella le diera la espalda, la hizo apoyarse contra una mesa... le abrió las piernas y puso su verga en la entrada del culo de Julieta, pude ver como ella se apretaba contra el provocando la penetración .. le vi el dolor y el placer en su cara, se quejaba pero le pedía que no se detenga... que lo meta todo... el lo hizo... lo hundió hasta el final... y se corrió dentro de ella....

Esa fue la ultima vez que Julieta fue cogida por Oswaldo, esa fue la noche en que Julieta fue desvirgada analmente, nunca mas se lo dio a nadie, incluido yo, esperemos que alguna vez Oswaldo regrese para que vuelva a poseerla por el culo.